ELECCIÓN DE LA TÉCNICA
CÓMO ELEGIR LA TÉCNICA ADECUADA.
En cada reunión o acto grupal que organizamos, los convocantes (directiva, animador, etc.) han de plantearse, junto al orden del día las técnicas, que van a utilizar, en función de los asistentes previstos y del tema a tratar. Por tanto, hemos de considerar:
- Qué objetivos perseguimos. Hay técnicas especialmente elaboradas para promover el intercambio de ideas y opiniones (discusión) otras promueven la participación de todos y todas (Phillips 66).
- Qué entrenamiento tiene el grupo. Unas técnicas son más fáciles, otras más complicadas. Éstas últimas son más efectivas, pero en un grupo inmaduro pueden provocar un rechazo inicial. Las técnicas que se proponen al principio son menos participativas (mesa redonda, conferencia) y, según el grupo va avanzando, se van aplicando otras que requieren mayor compromiso e integración en el grupo.
- Qué tamaño tiene el grupo. No es lo mismo un grupo pequeño (de menos de 15 personas) en que hay más cohesión y confianza, en el que podremos utilizar técnicas como el debate dirigido o el estudio de casos; que un grupo mayor en el que hay mayor intimidación y necesidad de formalismo, en este segundo caso habrá que utilizar técnicas más dirigistas (simposio, panel) o que subdividen en grupos (Phillips 66)
- Qué medio físico es en el que se está. No es lo mismo la calle que el local.
- Por último, quién conduce la reunión. Puede ser que contemos con un animador especializado o con unos líderes de mucha proyección, que sean capaces de centrar los temas e incitar a la participación, en ese caso, podremos utilizar técnicas más complejas.
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